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Cómo evitar que tu perro se suba a la cama?

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Si eres de esos que se pasa medio día luchando para evitar que su perro se suba a los sillones, el sofá o incluso a la cama porque cuando era cachorro ‘levantaste un poco la mano’ estás de enhorabuena. Descubre por qué tu perro no puede evitar subirse a todos sitios y cómo con paciencia y siguiendo ciertas pautas puedes conseguir que no vuelva a hacerlo. ¿Te quedas con nosotros?

Imagen: allison_dc

Laura está desesperada porque su perrita «Bonie» ha cogido la costumbre de subirse todas las tardes en los sofás y llenarlo todo de pelo mientras que ella realiza las labores domésticas. ¿Qué puede hacer? El caso de Laura no es aislado. De hecho el 80% de los dueños de perros en alguna ocasión ha permitido que su mascota se suba con ellos a los sofás e incluso a la cama en busca de su cariño y compañía.

El problema es que lo que para nosotros es un acto de amor, para nuestro perro es interpretado como un gesto de sumisión, lo que le coloca a él como ‘líder’ de la manada. Las razones por las que un perro se sube a sofás, camas y sillones están relacionadas siempre con tres motivaciones fundamentales:

  1. Ser líder de la manada.
  2. No tiene una cunita o lugar donde acostarse en la misma zona donde suele descansar su dueño.
  3. Su cunita o lugar no es cómodo.

Sabiendo esto, podemos intentar dotar a nuestro salón de una cunita para que cuando estemos allí, nuestro can pueda acostarse cerca de nosotros pero sin estar literalmente encima.

¿Cómo puedo evitar que mi perro se suba si ya está acostumbrado?

Para empezar debes tener paciencia y pensar que el cambio no se producirá de un día para otro, pero si empiezas a ponerle remedio ya estás más cerca de conseguirlo.

  • Consejo 1: Cuando ‘pilles’ a tu perro encima de un sofá o cama, acércate a él, indícale que se baje al tiempo que le hablas firmemente con un ¡No!, para que entienda que no estás contento con ese comportamiento.
  • Consejo 2: Busca una sábana que no te guste e imprégnala en colonia o en repelente de perros. Cuando tu perro se suba no le gustará nada el olor y se bajará corriendo, conectando en su mente una experiencia mala con tu sofá.
  • Consejo 3: Los perros se asustan mucho con el ruido. Si colocas papel de aluminio o latas vacías en los bordes de la zona a acordonar se sentirá de igual manera incómoda y se bajará.
  • Consejo 4: Prémialo cuando veas que el perro ya no se va subiendo a los sofás.

Si nada de esto funciona, siempre puedes buscar la ayuda de un adiestrador profesional de mascotas.

Aunque a veces se hagan los tontos, los perros son muy listos y saben reconocer cuando han hecho algo mal. ¡Qué no te ablande su cara de pena!

Querido peludo, ¡se te acabó el chollo!

Lo ideal es que nunca llegue el día en el que tengas que pronunciar esas palabras. Eso significará, que tu perro ya está totalmente acostumbrado a creerse el dueño y señor de tu cama pero, eso tiene que acabar.

Los que somos amantes de los perros no sabemos describir con palabras la sensación de dormir con ellos y notar su compañía. ¡Mucho más si vivimos [email protected]!

Imagina por un momento que vives solo con tu perro y que, un buen día, duermes acompañado/a. Miles de veces se ha dado el caso de que el perro ha dormido encima de la persona visitante porque, ¡ese es su sitio!

Resulta gracioso, pero puede llegar a ser un problema, además, es necesario que tanto mascotas como personas dispongan de su propio espacio de retiro. En este caso hablamos de perros pero también sucede con los gatos.

Lo mejor que puedes hacer es educar a tu perro desde pequeño para que nunca coja el hábito de subir a la cama. El objetivo es que él sepa diferenciar, desde el principio, de quién es cada espacio de la casa.

Si tu perro está acostumbrado ya a subir a la cama o al sofá, lo primero que debes hacer antes de comenzar a reeducar es preparar su espacio propio. Escoge un lugar de la casa donde él se sienta cómodo para colocar su cama y juguetes, tarde o temprano se acostumbrará.

Una vez preparado su espacio debes armarte de paciencia, el proceso puede tardar unas semanas o meses. Algunos de los consejos que te facilitarán el cambio son:

  • Cuando suba a la cama y estés delante, ¡ríñele! (ellos entienden de sobra). Una vez a vez haya bajado, debes recompensarle de alguna forma para que entienda que acaba de hacer lo correcto y que su amo/a está muy contento/a. La repetición, en los animales, refuerza el aprendizaje. Intenta no castigarle ni reñirle demasiado ya que, puede que comience a subirse cuando tú no estés y eso no es la solución.
  • Puedes intentar provocar que suba y baje 1.000 veces para que, cuando suba, le enseñes que eso no se puede hacer junto a una recompensa. Puedes ayudarte de la correa, cada vez que se suba debes pronunciar “No”, “no se puede”.
  • Aplaude y dale mimos cada vez que le veas en su cama.

El “Kit” de la cuestión está en recompensar y en repetir. Siendo constante no tardarás en comprobar los resultados. Incluso podrás confiarte cuando tu peludo se quede solo en casa. Por cierto, para ese tipo de situaciones, mejor tener a nuestro querido perro asegurado. Su cariño y compañía no tienen precio.

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